viernes, 7 de octubre de 2011

L'emprenedor, el superman del segle XXI

Al final he penjat aquesta article perquè conté idees molt interessants sobre la vida dels emprenedors. L'article és una dossis de vitalitat i optimisme i val la pena llegir-lo. És una mica més llarg que ela longitud dels meus posts normals, però en fi, val la pena! :)

25 años arriesgando para triunfar

Marc Bonavia lidera a los emprendedores catalanes cuando cumplen cinco lustros y los define como los Superman del Siglo XXI. Ser joven y empresario son dos factores que a menudo van por separado. “Crear una empresa es complicado”, destaca Marc Bonavia, el vicepresidente de la Asociación Independiente de Jóvenes Empresarios de Catalunya, AIJEC, y aclara: “Nosotros defendemos los intereses de los empresarios tanto delante de la sociedad como delante de la administración”. La AIJEC trata de convertir la vocación individual en una acción colectiva, sostenible en el tiempo y conseguir así beneficios para todos.

La AIJEC se fundó en 1985 de manera fortuita. En aquél momento tan solo existía la Asociación de Jóvenes Empresarios, con sede en Madrid. Un buen día, el arquitecto catalán Cèsar Ramírez, llamó para averiguar si había algún otro socio de Barcelona. Le informaron que tan solo había uno: Santi Tarín. Lo contactó y los dos acordaron una cita en el conocido Bar Marcel, en la calle Santaló. En ese momento se empezaron a construir los fundamentos de la AIJEC, que hoy cuenta con más de 600 socios de ámbito multisectorial repartidos por todo el territorio catalán.

Para conmemorar su aniversario, la AIJEC celebró el pasado mes de julio una cena de gala presidida por SS.AA.RR los Príncipes de Asturias. Les acompañaron el Presidente de la Generalitat de Catalunya, Artur Mas; el alcalde de Barcelona, Xavier Trias; la presidenta de la AIJEC, Marta Martí; y el Presidente de la CEOE, Joan Rossell, entre otras autoridades. Durante el encuentro, tuvo lugar también el libramiento de los Premios Joven Empresario 2011, que sirven para reconocer, impulsar y motivar las mejores iniciativas.

Tras la entrega de Premios, el Príncipe Felipe de Borbón pronunció unas palabras y destacó que la “iniciativa, la imaginación, la capacidad de asumir riesgos y de superar fracasos son las claves del futuro”. Sin duda, el mensaje optimista y vital es el que se transmite desde la AIJEC. Marc Bonavia es un joven emprendedor que un día se propuso ser el héroe de su propia película y luchó para conseguirlo.

La ilusión es el único ingrediente necesario

“Todos llevamos una S de Superman dentro”, opina Bonavia, y explica: “Tenemos alguna virtud o algo por lo que nos han felicitado alguna vez. Si potenciamos esa capacidad, se pueden construir proyectos muy bonitos y ser el protagonista de tu propia película”. Cabe decir que sus palabras se ilustran con su propio ejemplo. Él se licenció en farmacia, pero al terminar la carrera e incluso habiendo obtenido un trabajo de investigación muy interesante, se dio cuenta que necesitaba “cambiar de sombrero”, dice. Hablando con su primo, Enric Solé, se dieron cuenta que los dos querían hacer algo diferente y crearon una empresa de comunicación.

Nació entonces una plataforma Web en la que agregaban ofertas de diferentes centros comerciales para facilitar la búsqueda a los usuarios. Para darse a conocer tuvieron la idea de utilizar la mensajería móvil, que en aquél momento era gratuita. Sin embargo, en 2001 las operadoras decidieron cobrar para este servicio y en aquél momento pensaron que su proyecto no tendría salida, ya que era poco frecuente comprar por Internet. Sin embargo, lo que parecía un fracaso en realidad era un éxito, ya que surgió SITMobile, una empresa de mensajería móvil. “Tener ganas de hacer algo es suficiente y ponerse en marcha es el gran éxito”, sostiene. Y añade: “Una idea es necesaria, pero en el movimiento las cosas acostumbran a salir de forma distinta a la que se planearon inicialmente. Así, que la idea se va adaptando al momento y solo hace falta abandonar el sofá y la zona de confort para que suceda”.

SITMobile es hoy una empresa referente en su sector. “A pesar de que los principios parecen eternos”, confiesa Bonavia, en diez años se han convertido en líderes del sector en el mercado de mensajes corporativos y son reconocidos internacionalmente. Las cifras hablan por sí solas: facturaron 8,1 millones de euros en el 2010, un 17% por encima del año anterior, y un ebidta de 1,2 millones. Han abierto oficinas alrededor del mundo: en España, la India, Chile, Bahrein, Reino Unido, Luxemburgo, Andorra, Brasil, Colombia y Polonia. La sede está en Barcelona y el centro de desarrollo tecnológico en Kerala (India). Durante el 2010 mandaron 170 millones de mensajes y prevén abrir seis nuevas oficinas en Sudamérica, África y Europa. Emplea a cerca de un centenar de personas y el capital está en manos del equipo directivo. Así que prevén seguir creciendo y buscando si hay algún límite.

Superman, no Kamikaze

“Con dedicación completa, con constancia y con un poco de suerte, se puede conseguir”, asegura Bonavia. Es cierto que a veces hay que hacer sacrificios, pero la recompensa vale la pena. A Bonavia, SITMobile le ha permitido crecer como profesional y como persona, conquistar sus sueños y hacer cosas que si hubiera trabajado para otro nunca hubiera tenido la oportunidad de hacer. Por eso, anima a todos los emprendedores a que se tiren a la piscina. No obstante, reconoce también que crear una empresa en España es difícil. “A los empresarios se les pide que sean Kamikazes, y eso ya es demasiado. Hay tantas trabas y la burocracia es tan minuciosa que muchos se lo terminan repensando. En otros países, como por ejemplo en Estados Unidos, se puede montar un negocio desde Internet”, cuenta él.

Que la AIJEC organice actividades y ofrezca herramientas prácticas para los socios es importante. Además, mantienen vínculos con otras organizaciones empresariales como Fomento de Trabajo, Pimec o Cámara de Comercio, y es una plataforma para que sus socios se den a conocer. Un país necesita empresas para tener riqueza y poder pagar los impuestos. “Porque un gobierno sin fondos ¿cómo mantiene la sociedad del bienestar?”, se cuestiona Bonavia. “Hay que lanzarse a la piscina”, concluye.


1 comentario:

  1. Hay muy poca gente con ilusión por nada, hay demasiado miedo como para tener ilusión, y a veces es un miedo incluso justificado. Ojalá la ilusión de todos los emprendedores no se acabe convirtiendo en codicia, por ese mismo miedo a perder lo que consigan.

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