viernes, 21 de octubre de 2011

DIVORCIOS DE CONVENIENCIA

 Foto: Marc Santín

En esta época de crisis se escucha a menudo en los medios de comunicación a expertos que aseguran que una crisis es una oportunidad y que la dificultad para llegar a fin de mes aviva el ingenio y el espíritu emprendedor. Pues bien, los divorcios de conveniencia son un claro ejemplo de eso.
¿En qué consiste exactamente? Se trata de falsos divorcios en los que se recurre a todo tipo de trampas legales. El moroso argumenta que no tiene dinero para pagar una pensión compensatoria mensual. A cambio cede sus propiedades al otro cónyuge. Al librarse del patrimonio se libra también de las deudas.

Este fraude es más frecuente en los casados en régimen de separación de bienes. Pero hay sitios en España en que predomina el régimen ganancial, o sea, la ley considera patrimonio de ambos aquellos bienes logrados por uno de los miembros, y una deuda puede embargar todo el patrimonio familiar. El problema es que estos impostores del divorcio podrían incurrir en un delito de alzamiento de bienes, castigado con penas de uno a cuatro años de cárcel.

El perfil de los que recurren a este tipo de estrategias es el de un empresario que ha tenido que cerrar su negocio y que acumula deudas superiores a los 60.000 euros. Las estadísticas constatan que en el último año han aumentado en un 30% las investigaciones a parejas morosas que se divorcian antes de declararse insolventes.

El fraude funciona hasta que un acreedores que sospecha de sus deudores contrata a una empresa de investigación para que averigüe si el divorcio responde a causas reales o bien es un montaje para poder declararse insolventes.

Para el abogado que firma el divorcio es difícil detectar el engaño. Los clientes evidentemente no declaran sus intenciones. No obstante, a veces, por el tipo de liquidación –por ejemplo, si es muy desigual entre los cónyuges- se puede sospechar algún tipo de fraude.

La picaresca también se ve en los casos en los que se fija una pensión compensatoria para uno de los cónyuges, aunque ambos tengan similar nivel de ingresos. Ahí el objetivo es, o bien que el que paga la pensión tenga ingresos suficientemente bajos para obtener pisos oficiales u otros beneficios sociales, o bien garantizar una futura pensión de viudedad al cónyuge que recibe la paga compensatoria.

Seguramente, hay casos que permanecen impunes, y se libran de los deudores. Pero siempre tendrán que convivir con el riesgo de que su cónyuge, el que posee el patrimonio, se enamore de otro, y les deje con sus deudas y sin pareja. Como dicen, lo barato sale caro.

2 comentarios:

  1. Todo lo que sea estafar a "la banca" me parece bien; siempre que lo haga gente que realmente lo necesita. De hecho la gente ya rica exprime siempre a la gente que apenas llega a fin de mes para maquillar cifras globales, etc. Así que, creatividad al poder, al más mínimo agujero que se pueda aprovechar, bienvenido sea.

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  2. Ostres, veig que la gent és molt llesta. A mi ni se m'hagués vingut el cap aquesta opció. Ara, a qui enxampin, que el pes de la justícia caigui com una llosa sobre ells!

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